Reseña: Gomez, X. (2019). Crear escuela. Tendiendo puentes entre la neurociencia y el aula. Círculo Rojo.

Como docentes, tenemos el deber de formarnos de manera continua para poder mejorar nuestra práctica y para ayudar al alumnado en su proceso de enseñanza-aprendizaje, "si te atreves a enseñar, nunca dejes de aprender", por ello, he decidido compartir de vez en cuando reseñas bibliográficas con vosotras/os.

Esta reseña es sobre:

Gomez, X. (2019). Crear escuela. Tendiendo puentes entre la neurociencia y el aula. Círculo Rojo.

Ficha técnica
Nº de páginas: 108
Editorial: CIRCULO ROJO
Idioma: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788413173108
Año de edición: 2019
Plaza de edición: ES
Fecha de lanzamiento: 14/01/2019


He decidio leer este libro porque estoy convencida de la necesidad de basar nuestra labor docente en evidencias científicas. Para ello, debemos conocer los descubrimientos y avances que la neurociencia está realizando en torno a cómo aprende nuestro cerebro, para cambiar la forma de enseñar si es necesario y generar dinámicas de aprendizaje adecuadas al funcionamiento del cerebro humano en cada etapa educativa. 

En este breve libro, Xabi Gomez aporta un resumen de las conclusiones más recientes sobre neurociencia aplicadas al aula, enriquecidas con ejemplos reales a través de códigos QR en cada uno de sus 10 capítulos con el fin de ayudarnos a implementarlas en la práctica diaria.

1. Emoción.  
En este capítulo el autor nos recuerda la importancia de trabajar la inteligencia emocional ya que beneficia el aprendizaje y la convivencia escolar, ayudando a nuestro alumnado a ser consciente de sus emociones, a controlarlas, creando un clima de aula positivo en el que se sientan cómodas/os.

2. Canales multisensoriales. 
El aprendizaje multisensoial (visual, auditivo, cenestésico...) proporciona un acceso mucho más rico a la información, y gracias a el, favorecemos la interconectividad entre las diferentes áreas cerebrales.

3. Atención. 
Debemos evocar la atención de nuestro alumnado, ya que esta sigue a la curiosidad, ser capaces de atraer la atención de nuestro alumnado a través de estrategias como la organización temporal de nuestras sesiones, la gamificación, la sorpresa, la diversidad de espacios educativos, etc.

4. Motivación intrínseca.
El deseo de aprender se ve favorecido si la meta es interesante para el alumnado (deseo), si está presentada atractivamente (valor) y si se sienten capaces de alcanzarla y les indicamos las estrategias debidas (facilitadores). Para ello debemos usar estrategias como despertar su curiosidad e interés a través de tareas unidas a sus intereses, crear retos (ajustados a sus posibilidades de mostrar sus conocimientos y con un punto de tenión que mantenga encendido su deseo de aprender), convirtiendo al alumnado en protagonista y valorando el proceso (evaluación formativa).

5. Plasticidad neuronal. 
Nuestro sistema nervioso cambia a partir de su interacción con el entorno. "Somos escultores de nuestro propio cerebro". Para ayudar a nuestro alumnado a desarrollar un cerebro sano (mayor cantidad de conexiones sinápticas entre neuronas) debemos desarrollar nuestra mentalidad de crecimiento para poder impulsar la suya y alejarlos de una mentalidad fija a través de sesiones sobre la configuración y funcionamiento del "cerebro", dando feedback concreto y proactivo, valorando los errores como oportunidades de aprendizaje, etc.

6. Metacognición.
Para acompañar a nuestro alumnado en este proceso por el cual cada estudiante se hace consciente de su propio aprendizaje identificando sus habilidades, limitaciones, herramientas, conocimientos precios, conocimientos nuevos, progresos y su aplicación práctica para hacer frente a situaciones que se le presenten en la vida; podemos enseñarles a usar escaleras de metacognición, técnicas de mindfulness o meditación, establecer dinámicas de aprender enseñando (aprendizaje cooperativo, grupos de expertos/as, etc.), emplear la cultura de pensamiento, etc.

7. Creación artística. 
Las artes nos enseñan que los problemas reales suelen tener más de una solución posible, que es necesario analizar las tareas desde diferentes perspectivas, que la imaginación es una poderosa guía en los procesos de resolución y que no siempre existen reglas definidas cuando se tienen que tomar decisiones. Por todo esto, promueven el pensamiento creativo y divergente,  desarrollan un pensamiento más profundo y favorecen el autocontrol. Podemos entrenar las funciones ejecutivas a través de proyectos artísticos: control inhibitorio, flexibilidad cognitiva, planificación y organización de metas, control emocional, inicio y mantenimiento de la acción, etc.

8. Tratamiento del error. 
Crear un clima emocional positivo en el que se asuma con naturalidad el error, se coopere y se participe sin miedo ayudará a que el alumnado entienda el error como información sobre lo que tiene que mejorar o reforzar y a que nosotras como docentes lo interpretemos también como información de la calidad de nuestra labor docente, de los materiales, etc. Esto añadido a la importancia de una buena evaluación formativa (clarificar y compartir los objetivos de aprendizaje con el alumnado así como los criterios de éxito, suministrar feecback formativo, promover la enseñanza entre compañeras/os y la coevaluación y la autonomía), favorecerá un clima de aprendizaje óptimo.

9. Aprender con y de otros.
El ser humano es social y el aprendizaje es un proceso muy unido a las/os demás, por ello en la escuela debemos ser conscientes de que el clima emocional está condicionado por el vículo entre compañeras/os y que es facilitador del proceso de aprendizaje. Se deduce de ello por lo tanto que cuando nos sentimos socialmente apoyadas, mejoran nuestras funciones ejecutivas, de ahí la importancia de fomentar de manera estructurada la interacción social en el aula para mejorar el rendimiento académico. "La amistad es una herramienta imprescindible para el bienestar del alumnado", el aprendizaje cooperativo o el aprendizaje-servicio alimentarán la motivación y el aprendizaje del alumnado.

10. Memoria. 
No puede haber aprendizaje sin memoria ya que el aprendizaje no deja de ser un proceso de almacenar información del mundo que nos rodea. Un factor determinante en la consolidación de la memoria son las emociones, de ahí la necesidad de recordar de nuevo la importacia de las emociones y de cuidar el clima emocional del aula además de llevar a cabo estrategias para desarrollar la memoria de trabajo, la memoria implícita y la explícita.


Quiero concluir esta reseña compartiendo mi opinión personal sobre el libro, es muy práctico debido a los ejemplos reales que aporta a través de los códicos QR, y la organización de los capítulos es muy útil para seguir la lectura e ir tomando notas de ideas que se te ocurran para tus propias sesiones; pero es una lectura muy sencilla, lo recomendaría especialmente si no habéis leído mucho sobre neurociencia o si os estáis iniciando en la temática.

¡Espero que os sea de ayuda!

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