Aprendizaje cooperativo (paneles de cargos descargables gratuitamente).

Una de las decisiones metodológicas que tenía más clara que tomaría cuando supe que volvería a ser tutora de Educación Primaria fue retomar la implementación del aprendizaje cooperativo con mi grupo aula, ya que como docente especialista de Lengua Extranjera (Inglés) realizaba algunas dinámicas sencillas de aprendizaje cooperativo como "1-2-4", "lápices al centro", etc. pero profundizar en ello me resultaba muy complicado ya que a algunos grupos solo les veía 50 minutos a la semana.

Es por ello, que con mi tutoría de este curso 2021-2022, he decidio retomarlo. En esta entrada quería compartir un breve resumen de cómo hemos iniciado el curso con respecto al aprendizaje cooperativo.


Algunos de los principios básicos del aprendizaje cooperativo, establecidos por Spencer Kegan, uno de los autores más influyentes de esta metodolgía son:

- Interdependencia positiva: consiste en estar enlazados para conseguir un objetivo, una meta que consiste en que cada miembro del grupo cumpla con sus tareas. Un ejemplo de interdependencia es la disponibilidad de ayudar en el grupo, todo el mundo tiene derecho a pedir ayuda a los compañeros, y todos saben que es de interés colectivo atender la petición de ayuda de los demás (Jacob, 1988: 98).

- Responsabilidad individual: cada miembro se considera individualmente responsable de alcanzar la meta del colectivo, la participación debe ser equivalente entre todos para que así no exista el individualismo. La actividad de M. Kagan, cabezas numeradas, es un ejemplo de cómo se puede llevar a la práctica este principio de responsabilidad individual: el profesor forma grupos, numera sus miembros y hace una pregunta (por ejemplo, de vocabulario, de gramática, de comprensión de un texto, etc.). Cada grupo elabora una respuesta. Luego, el profesor llama a un número y los estudiantes a los que se les ha asignado ese número contestan a la pregunta, basándose en la elaboración colectiva que el grupo acaba de llevar a cabo (Crandall, 2000: 247).

- Interacción simultánea: en el aprendizaje cooperativo, el grupo trabaja "cara a cara", con una relación estrecha y a corta distancia. Por eso y a fin de garantizar una buena interacción comunicativa en el grupo, intercambio de retroalimentación, estímulos creativos y control autorregulador del comportamiento, es fundamental que el grupo trabaje en un ambiente psicológico de disponibilidad y mutuo apoyo. No sorprende que la calidad de la relación entre personas que trabajan juntas tenga un impacto enorme sobre sus resultados.

- Igual participación: una carencia bastante común en los grupos de aprendizaje es la falta de formación para las actividades en equipo. No es suficiente con juntar a los estudiantes esperando que sus experiencias previas (escolares y de vida) les proporcionen todo lo necesario para trabajar bien en equipo. Sobre todo con grupos duraderos, la probabilidad de interacción negativa es muy alta; de ahí viene la importancia que el aprendizaje cooperativo atribuye a la formación de la "competencia social" de los estudiantes. Esta preparación apunta a que se experimenten en clase estrategias y destrezas para hacer frente a las complejas dinámicas del grupo y para conseguir una sinergia donde todos asumen responsabilidades de cara a los objetivos del grupo y al aprendizaje individual.

Johnson & Johnson (1994) también añadían a estas características las siguientes:

- Destrezas interpersonales y habilidades sociales: se trata de conseguir que el alumnado conozca y confíe en las otras personas, que se comunique de manera correcta y sin ambigüedades, que acepte el apoyo que se le ofrece y que, a su vez, ayude a los/as demás y resuelva los conflictos de forma constructiva. Estas destrezas que son imprescindibles para lograr el éxito en el trabajo cooperativo no se adquieren por ciencia infusa sino que se enseñan, se premian, se corrigen y se aprenden.

- Autoevaluación frecuente del funcionamiento del grupo: lo mismo que la evaluación es un elemento consustancial de la práctica docente, también lo es de cualquier proceso educativo del que se quiere aprender para lograr de manera eficaz los objetivos que se han previsto. Es necesario, por tanto que el alumnado tenga un espacio de reflexión para que pueda valorar, en el grupo y/o con el conjunto de la clase, cómo se han sentido realizando este trabajo, qué aportaciones han sido útiles y cuáles no; qué comportamientos conviene reforzar o cuáles abandonar, etc. 


Los "marcos pinza" son de ikea. Os dejo el enlace por si os interesan.




Hay muchísima bibliografía sobre esta metodología, ¡os animo a leer sobre ella!

¡Espero que os sea de ayuda y que os animéis a implementar esta metodología!

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