Minimundos/piezas sueltas (de otoño).

La semana pasada introduje los "Minimundos" o el juego con piezas sueltas en mi aula, llevaba más de dos cursos deseando incorporarlo, pero el no contar con un espacio educativo me limitaba, y por fin he podido hacerlo.

Para las/os que no sabéis lo que son los Minimundos (que creo que seréis pocas/os), son una expresión del juego símbolo libre no estructurado, en la que las/os niñas/os representan escenarios y contextos (mundos) que imaginan o que son de su interés.

Y las piezas sueltas son materiales de juego no estructurado. Materiales, cosas, objetos, utensilios, herramientas, ingredientes que tienen en común una cosa: sin ser nada pueden ser todo. El único límite es la imaginación de quien las usa.






Algunas de las habilidades que se desarrollan creando minumundos y jugando con piezas sueltas son según @mamaextraterrestre que es una experta en este tema (en una entrada anterior hice una reseña sobre su libro "Piezas sueltas: el infinito juego de crear"):

"- Imaginación.

- Creatividad.

- Vocabulario y habilidades de comunicación: desde los primeros sonidos de animales o coches hasta conversaciones completas que se adecuan a la voz y psicología de cada personaje

- Motricidad fina: bien proponiendo nosotros actividades como trasvases o creación de estructuras para los más peques, o bien dejando que surjan libremente. Los más mayores, pueden incluso llegar a desarrollar una nueva técnica para hacer comida de plastilina o tejados de paja, por poner un ejemplo.

- Inteligencia sensorial: trabajando con variedad de estímulos y materiales y aprendiendo a manipularlos.

- Persistencia: por conseguir recrear en el juego lo que tiene en su mente

- Inteligencia emocional: al gestionar las vidas e historias de los habitantes y al re-vivir sus propias experiencias a través de ellos.

- Entendimiento de cómo funciona el mundo y las distintas culturas: actividades de vida práctica, escenificación de celebraciones, interacción social entre personajes…

- Inteligencia social: cuando hay varios niños construyéndolos y tienen que discutir, argumentar o llegar a acuerdos sobre cómo van a jugar.

- Independencia en el juego: aprenden a inventarse sus propios universos de principio a fin, a crear sus propios recursos y a encontrar todo lo que necesiten para llevarlos a cabo.

- Solución de problemas: resolver los conflictos que van surgiendo del juego también les hace aprender

- Experimentación científica: al intentar construir algo que se imaginan pero las leyes de la física no se lo permiten. Al estar expuestos a la causa-efecto."


De momento, contamos con esta caja de piezas sueltas sobre el otoño, pero como consecuencia del éxito que ha sido, en breve contaremos con más cajas con piezas sueltas de diferentes temáticas para crear nuestros minimundos.

Estoy encantada de poder poner en práctica ideas que me hacen tan feliz y sobre todo estoy muy satisfecha de ver cómo está disfrutando mi alumnado de este tipo de prácticas.

¡Espero que esta entrada os sea de ayuda y que os animés a incorporar el juego simbólico desestructurado a vuetras aulas!

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