La caja de la calma.

Uno de los recursos que tenemos en nuestra aula para mejorar la regulación emocional es esta caja.

La usamos cuando una niña/o se siente emocionalmente desbordada/o ("secuestro amigdalino"): enfado, tristeza...

Consiste en un conjunto de objetos cuyas cualidades sensoriales o simbólicas ayudan a calmar el estado del sistema nervioso.

Esta herramienta forma parte de un trabajo emocional más amplio que incluye hablar sobre sus emociones y las nuestras, ayudarles a identificarlas (nombrarlas, ayudarles a explorar dónde las sienten a nivel físico), validarlas (aceptar sin juzgar aquello que se siente) y atenderlas (ver qué puedo hacer por mí o qué necesito ahora).

Deben aprender que las emociones nos dan mensajes muy importantes que debemos escuchar.

En los siguientes vídeos uno de mi alumnos explica cómo la usamos y presenta los objetos que tenemos en ella.



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